Obra Social de la Universidad Nacional de Entre Ríos

Día mundial de la Endometriosis

Cada 14 de marzo, el mundo decide hablar de ENDOMETRIOSIS, una patología que, según el Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia (ACOG) afecta a entre el 5% y el 10% de las mujeres en edad reproductiva. 

 

¿Qué es la endometriosis?

 

Se define como una enfermedad benigna, crónica y, generalmente progresiva en la que el tejido que recubre el útero crece fuera de él. 

 

La médica tocoginecóloga, especialista en Medicina Reproductiva y Preservación de la Fertilidad, Mirtha Marrama, explica que:

 

 “Consta de la presencia de estroma y glándulas endometriales o, dicho de otro modo, pedacitos de endometrio, que producen una reacción inflamatoria en el exterior de la cavidad uterina. Se localizan en la zona pélvica, afectan a los ovarios, los ligamentos, la superficie del peritoneo, pero también las pacientes pueden tener focos endometriósicos en el intestino, la vejiga o el pulmón, por ejemplo”. 

 

Las causas de esta enfermedad son múltiples. Pueden ser genéticas, hormonales o inmunológicas. Se presenta en la edad reproductiva y se clasifica en cuatro grados de complejidad: mínimo, leve, moderado y severo. 

 

Es muy complejo para la paciente porque afecta su calidad de vida. Desde una mirada integral, la endometriosis puede ser un impedimento para llevar un día normal, interviniendo también a nivel emocional, ya que además de las molestias, produce fatiga y decaimiento, lo que muchas veces dificulta su vida laboral y social”. 

Diagnóstico

Muchas veces se dificulta su diagnóstico clínico por la similitud de los síntomas de otras enfermedades. 

 

Las pacientes manifiestan dolores premenstruales importantes, llamadas dismorreas, cada vez mayores en las que el dolor no cesa pese a medidas para quitarlo; dolor en relaciones sexuales, llamado dispareunia; dolor pélvico periovulatorio; pueden presentar sangrados por la uretra, constipación, diarrea, sangrados anormales y, en la mayoría de los casos, infertilidad”. 

Además de chequear los síntomas, se realizan ecografías transvaginales, resonancias magnéticas o biomarcadores en sangre. Según Marrama, el estudio estándar es la videolaparoscopia, la toma de biopsia y la histología (estudio de tejidos) posterior. 

 

Es importante distinguir las pacientes que quieren ser madres de las que no, ya que en cada caso, deben ser informadas de los pasos a seguir y para que a la hora de actuar, el profesional de la salud esté al tanto de los deseos personales en favor de respetarlos dentro de lo médicamente posible. 

 

La endometriosis se alimenta de estrógenos, no de progesterona. Si la paciente no busca embarazarse, se pueden reducir los estrógenos con medicamentos. En cambio, si la paciente sí lo busca, hay que ver el grado, estudiar la pareja y proponer el tratamiento adecuado. La enfermedad altera la anatomía pélvica normal, produce disfunciones en las trompas de Falopio, disfunción ovárica que afecta la cantidad y la calidad de los óvulos.”

Si no se realiza seguimiento, la enfermedad avanza. Se indica tratamiento hormonal y pocas veces quirúrgico. Se debe tener en cuenta la edad de la paciente, el nivel de complejidad del caso y tratar de ser lo más conservador posible para cuidar su reserva ovárica. Con la cirugía se lastiman óvulos que no se regeneran. 

 

Hay que resaltar que el dolor severo al menstrual no es normal. Ante un cuadro así se debe acudir a la consulta profesional en función de hacerse los controles necesarios, no retrasar el diagnóstico y ser tratada cuanto antes.