Obra Social de la Universidad Nacional de Entre Ríos

21 de septiembre: Día internacional del ALZHEIMER

Por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud, el 21 de septiembre se conmemoró el Día Internacional del Alzheimer. El objetivo de esta efeméride es contribuir a la difusión y concientización de la población en general acerca de esta enfermedad. 

 

La intención concreta es fomentar el diagnóstico temprano, la prevención, la asistencia y los cuidados adecuados para una mejor calidad de vida de las personas que padecen Alzheimer u otras formas de demencia.

 

Según información brindada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores. En el mundo, más de 55 millones de personas viven con esta enfermedad. 

 

“Demencia es un término general para varias enfermedades que generalmente son de naturaleza crónica y progresiva, que resultan en deterioros cognitivos e interfieren con la capacidad para realizar las actividades de la vida diaria. La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia y puede contribuir al 60-70% de los casos. Contrariamente a la creencia popular, la demencia no es una parte normal del envejecimiento y no afecta exclusivamente a las personas mayores” (Organización Panamericana de la Salud).

 

En el marco de este día, conversamos con el Médico Neurólogo, Dr. Emmanuel Santomil. Como punto de partida, diferenciamos la demencia senil del Alzheimer:

 

“El concepto denominado como demencia senil, como suelen utilizar muchos profesionales de salud, se considera especialmente al proceso de envejecimiento normal de la persona, pero éste no afectaría en las actividades de la vida diaria básica. Mientras que la demencia de tipo alzheimer sí, primeramente las acciones instrumentales y luego las básicas haciendo que el paciente sea dependiente en la mayoría de sus aspectos.”

 

El Dr. Santomil define el Alzheimer como “una enfermedad neurodegenerativa que suele afectar a mayores de 50 años, su mayoría es adquirida y se basa en el depósito anómalo de una proteína conocida como beta amiloide generando estructuras en forma de ovillo a nivel de las neuronas, llevándolas a la degeneración, haciendo que empiece a afectar distintas áreas de los lóbulos cerebrales”. Una vez que alcanza una cantidad importante de degeneración empiezan a manifestarse los síntomas. En este momento, “se considera la demencia principal dentro de las enfermedades neurodegenerativas como primera causa y es una patología que no solamente afecta al paciente, sino a todo el entorno familiar”, asegura el neurólogo. 

 

Síntomas a tener en cuenta para detectar el Alzheimer

 

La sospecha de esta patología comienza con el compromiso de la memoria. Según el Dr, “esto se manifiesta, principalmente, con olvidos que cada vez se hacen más frecuentes y lo significativo es que de estos olvidos el paciente no se da cuenta, sino que suele detectarlo la familia”. 

 

El paciente puede manifestarlo preguntando varias veces lo mismo, cuando no recuerda lo que había realizado anteriormente; y en etapas más avanzadas, no recuerda lo que hizo horas o minutos antes. 

 

Otro síntoma que plantea el Dr. Santomil para detectar esta patología es cuando comienzan a afectarse sus actividades de la vida diaria, “principalmente cuando hay dificultades en la vestimenta, en la alimentación, higiene y necesita cada vez más supervisión de terceros para poder realizarlas”. 

 

Los estudios necesarios para detectarlo

 

Una vez que el paciente llega a la consulta por primera vez, el médico Neurólogo, luego de recabar una serie de datos en el interrogatorio, como la edad del paciente, los factores de riesgo, las comorbilidades que están presentes, la medicación habitual, los antecedentes familiares, se podría realizar en consultorio un test de screening denominado mini mental test y si éste da un valor menor a 24 de 30 puntos nos orienta a un deterioro cognitivo que esto hará que el neurólogo pueda estudiar con mayor profundidad solicitando neuroimágenes como una resonancia, pruebas de laboratorio para descartar otros diagnósticos diferenciales y test neurocognitivos más completos para poder arribar al diagnóstico.

 

Etapas del paciente

 

El Dr. Santomil es taxativo cuando plantea que “el diagnóstico de la enfermedad es netamente clínico y para ser diagnóstico ya tenemos que hablar de la etapa clínica de la enfermedad, es decir, cuando los síntomas ya son evidentes. Ahí es donde se puede definir, según la seguridad de los síntomas y su repercusión en la funcionalidad del paciente, entre un estado de deterioro cognitivo leve o un estado de demencia propiamente dicha”.

 

Su tratamiento

 

El especialista manifiesta: “Existen medidas, más que tratamiento, sintomáticas, farmacológicas y no farmacilógicas para poder enlentecer el proceso de neurodegeneración que produce la enfermedad. Eso es, a líneas estándares de lo que se conoce, sobre todo medicación vía oral y dentro de las medidas farmacológicas y dentro de las medidas no farmacológicas, principalemente todo lo que implica la estimulación cognitiva en forma de terapias multidisciplinarias e integrales con psicología, terapia ocupacional, kinesiología, nutrición, fonoaudiología, entre otras”

 

¿La enfermedad empeora con el tiempo?

 

Según palabras del Dr. Santomil. a medida que va pasando el tiempo, desde el diagnóstico de la patología, al ser una enfermedad que produce una neurodegeneración, con el tiempo va a ir avanzando afectando cada vez más funciones mentales superiores, afectando la calidad de vida del paciente, produciendo una afectación global en la persona, que lo lleva a las etapas más avanzadas.

 

Alzheimer: ¿detectable?, ¿hereditario?, ¿previsible?

 

Tal y como explica el médico neurólogo, decir que la demencia de Alzheimer es detectable y previsible a tiempo sería fácil de referir en el caso de que contemos dentro del interrogatorio de antecedentes familiares de un paciente que comienza con síntomas, de que tiene ascendencia con diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer.

En estos casos, la enfermedad de Alzheimer hereditaria, que es la minoría, ayudaría a poder definir un cierto pronóstico de la patología y a la edad de posible comienzo. 

Pero en la mayoría de los casos la enfermedad de Alzheimer es adquirida y es ahí donde uno tiene que hacer hincapié, sobre todo en aquellos pacientes que tienen comorbilidades cardiovasculares asociadas que puedan llegar a presentar esta enfermedad si no se toman adecuadamente las medidas de prevención secundaria y primaria.

 

¿Se puede prevenir el Alzheimer?

 

“Todo el conocimiento actual de la enfermedad acerca de las distintas etapas clínicas y preclínicas, así como el costo socioeconómico y sanitario, han llevado en los últimos años a priorizar la prevención, tanto en el manejo adecuado de los factores de riesgo, como en las intervenciones farmacológicas que existen actualmente”.

 

La enfermedad de Alzheimer empieza, neuropatológicamente, muchos años antes del inicio de los síntomas clínicos. El ejemplo de reducción de riesgo es el FINGER (grupo que controla los ensayos clínicos mundiales de Alzheimer), actuando sobre el control de los factores de riesgo vasculares, como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, la dislipemia, la obesidad y el sedentarismo, estimular a una buena alimentación, ejercicios físicos y estimulación cognitiva. Además, la posibilidad de investigar drogas antes de que empiecen los síntomas clínicos es lo que se conoce como prevención secundaria, mientras que la prevención primaria se efectúa antes de que se inicie la patología.

 

El acompañamiento de la familia

 

El Dr. asegura que la mejor manera de acompañar a un familiar con alzheimer es la EDUCACIÓN. 

 

Hay que intentar explicar de la forma más exhaustiva a los familiares que la enfermedad es neurodegenerativa, cómo va a ir progresando ya sea con o sin medidas de prevención, refiriéndose a cómo deben tratar y manejar a un paciente con demencia, el rol que debe cumplir cada uno en la familia, evitando el desgaste del cuidador que es muy frecuente en estos casos, hablarles de las posibilidades y el acceso de asistir a centros de rehabilitación, a centros de guía y como última instancia en las etapas más avanzadas la institucionalización en centros de cuidados crónicos o internación domiciliaria forma todo parte de la contención del paciente con enfermedad de Alzheimer y su familia para poder lograr una mejor calidad de vida”

 

Hoy en día, existen grandes instituciones en nuestro país destinadas a la investigación del Alzheimer que arrojan datos prometedores en cuanto a los biomarcadores de la enfermedad para detectar su inicio en las etapas pre sintomáticas y también en moléculas modificadoras, en especial aquellas que se denominan anti-amiloides. “Se trata de trabajos conjuntos con otros países y asociaciones para lograr un mejor pronóstico y calidad de vida en estos pacientes que actualmente están en conocimiento”, concluye el neurólogo.